martes, 11 de agosto de 2015

Duelo migratorio

Los logros y las pérdidas son inherentes al ser humano, igual que lo es la vida y la muerte. Nuestras vidas están marcadas de incorporaciones y también de desapariciones. El hombre en toda su historia se ha visto enfocado a afrontar procesos de pérdidas significativas. Son muchas las pérdidas significativas que continuamente tenemos en nuestra vida: pérdida de personas, pérdida de aspectos del “sí mismo”, pérdidas del cuerpo, pérdida de objetos y animales, pérdidas de relaciones, pérdidas ligadas con el desarrollo, pérdida de ideales, ilusiones, intereses.

Todas las pérdidas significativas tienen su duelo y todos los duelos tienen que ser elaborados. Si el proceso de elaboración del duelo es ignorado, retrasado, demorado, etc., aparecen las complicaciones.
           
            Los duelos son un proceso, un proceso normal, dinámico y activo y no un estado; es un proceso íntimo y privado, pero a la vez un proceso público (rituales, luto, etc.). El duelo es un proceso tendente a la reorganización y elaboración, con dimensiones individuales, familiares y sociales.

            Asi; El duelo migratorio es el proceso por el que atraviesa todo inmigrante al migrar a un nuevo país, es un proceso de reorganización en el cuál asimila la pérdida y se adapta a la nueva situación de vida. 


Características del duelo migratorio
Según el artículo El duelo migratorio publicado en la Revista Electrónica Psicología Científica, por Valentín González Calvo, el duelo migratorio tiene las siguientes características:
Ø  Es un duelo parcial, múltiple y recurrente
Es un duelo parcial porque el objeto perdido (el país de origen) no se pierde por completo, sino que queda allí e incluso se puede volver a él. Es múltiple porque implica una multiplicidad de pérdidas, la familia y amigos, en muchos casos el idioma, la cultura, la tierra, la identidad. Y es recurrente porque puede reactivarse con mucha facilidad.
Ø  Se vive en una continua ambivalencia
El inmigrante vive ambiguamente entre la adhesión y la resistencia hacia el país de acogida. Así mismo, es frecuente que idealice al país de origen de origen lo bien sienta rabia por haber tenido que marchar, por no ofrecerle las condiciones necesarias para su supervivencia. La ambivalencia entre el origen y el destino puede ser continua.
Ø  Es transgeneracional
Muchos hijos de los inmigrantes tienen la sensación de estar atrapados en un callejón sin salida. De una parte, han nacido o se han criado en el país de acogida y de otra, han interiorizado fuertemente la cultura de los padres del país de origen. No se sienten completamente ni de aquí, ni de allí. La inclusión no es completa en el país de acogida, sin embargo, tampoco lo es en el país de origen.
Ø  El segundo duelo migratorio: el retorno.
El regreso del inmigrante, ya sea temporalmente o definitivamente, es una “nueva migración”. Tras años, en muchos casos décadas, fuera de tu país de origen se han producido muchos cambios, cambios en el entorno, en las gentes y en la propia persona del “inmigrante retornado”, ya no es el mismo, nada es lo mismo.
Se está ante un proceso de cambio, se ha dejado atrás, en el país de acogida, personas, vínculos, vivencias... Esta situación se torna más dificultosa cuanto más apego haya generado, y también cuanto más difícil haya sido la elaboración del Duelo Migratorio inicial. El estilo de afrontamiento se vuelve a repetir; cuanto más ambivalencias, cuantas más defensas se utilizaran (negación, idealización...), más complicado es el regreso

Ø  El duelo migratorio no solo lo sufre quien emigra, sino también los que se quedan
 La inmigración también afecta a los que se quedan en el país de origen. Estos últimos notan la ausencia de quién se marchó, viven la separación de manera dolorosa. La comunicación intermitente reaviva el dolor.

Ø  Afecta la identidad
El proceso migratorio genera muchos cambios y nuevas situaciones que hay que integrar, tanto es así que se modifica la propia identidad del sujeto. Según Achotegui, identidad es el conjunto de auto representaciones que permiten que el individuo se sienta, por una parte, como semejante y perteneciente a determinadas comunidades de personas y, por otra parte, diferente y no perteneciente a otras.

 Ø  El duelo migratorio afecta a la identidad
 Todos los duelos generan cambios en la identidad del sujeto. Si el duelo se elabora correctamente, la persona crece, se enriquece, incorporando un gran repertorio de habilidades, recursos y vivencias que le ayudan para cuando se presenten nuevos duelos. Además estos aprendizajes le sirven para conectar con otras personas en duelo y poder orientarles o al menos saber comprenderlas.

Ø  El duelo migratorio conlleva regresiones psicológicas
En el proceso migratorio se está sometido a un sin fin de cambios y adaptaciones. Es frecuente sentirse abrumado e inseguro. Las conductas regresivas expresan una búsqueda de apoyo y ayuda. Las conductas regresivas más frecuentes son: Conductas de dependencia y comportamiento sumiso; y conductas de queja y protesta infantil ante situaciones de frustración y dolor. Es frecuente que esta queja y protesta se dirija a quienes mejor tratan al inmigrante, lo cual es muy desconcertante para los profesionales. La queja se manifiesta allá donde puede ser contenida.

 

Etapas del duelo migratorio

 

Ø  Fase de negación o evitación o la etapa de Luna de miel

Se da cuando las expectativas de llegar a un nuevo país son muy altas, la persona está llena de ilusiones y esperanzas, cree fehacientemente que el cambio va a mejorar su vida y va a traer grandes beneficios. Es la etapa de la novedad donde se descubren cosas nuevas y la persona idealiza el nuevo país.

Ø  Fase de enojo o agresión o la etapa depresiva

Es la etapa en la que el inmigrante debe afrontar la pérdida de su situación anterior a la inmigración, esta etapa comporta varios factores, un choque cultural, la pérdida de identidad, la pérdida de lo conocido, la pérdida de casa, trabajo y seres queridos, en algunos casos la pérdida del idioma de origen, la pérdida de la estabilidad al tener que enfrentarse a algo totalmente nuevo.

Ø  Fase de aceptación y superación del duelo o la etapa de adaptación

Si todo va bien y el inmigrante logra superar la etapa anterior, pasa a la etapa deadaptación, siempre y cuando no se prolongue demasiado, e incluso indefinidamente la etapa depresiva, que implica un constante sufrimiento, en cuyo caso el duelo se convertiría en un duelo patológico.
En esta etapa el inmigrante logra asimilar todo lo nuevo que le ofrece el país anfitrión e incorporarlo a su estilo de vida, hay factores que influyen en la dificultad de adaptación, el hecho de encontrar un trabajo y vivienda digna y una sociedad que lo acoge, ayuda mucho en este proceso.

Ø  Etapa del rechazo de la cultura original

Puede haber una última etapa descrita por Brink y Saunders, en la que la persona pierde identidad, se produce un empobrecimiento personal, la persona desvaloriza partes importantes de su constitución personal, como si naciera de nuevo.